Disforia - David Jasso



David Jasso
Editorial Valdemar
Insomnia
ISBN: 9788477028000 
 416 páginas

Disforia: emoción desagradable o molesta.  Ansiedad, irritabilidad,  Angustia difícil de soportar, malestar psíquico.  A menudo  conlleva reacciones, coléricas.


Es la definición del título de la nueva novela de David Jasso, tanto tiempo esperada por sus lectores.  Quienes lo admiramos,  apreciamos sobre todo la capacidad de David para  crear terror a partir de objetos y situaciones cotidianas,  esa sensación de desasosiego palpitante que podemos  sentir  rozándonos la piel, porque esta tan cerca que  es casi, nuestra realidad cotidiana.

Disforia es una novela de múltiples capas,  muy   poco obvia  dentro de la  literatura de género,  en la que   multitud de temas  terminan por encajar  en un final abierto o circular,  y en la que cada lector encontrará una lectura diferente,  porque será un aspecto, o una de esas capas la que le contagiará el  ese miedo cotidiano y oscuro, esa disforia a punto de estallar, la que todos podemos generar  impulsados en cada uno de nosotros, por resortes diferentes.  Y es que es tan fácil dejarse llevar por la furia o por los instintos o por el miedo o por la soledad o por el amor,  que todos somos susceptibles de sucumbir a ella.

El  argumento de la novela, esta armado sobre la urdimbre de una sociedad ligeramente distópica, tan ligeramente, que apenas nos separa un pequeño paso para encontrarnos dentro de ella. Algunos tal vez lo estén  ya.  Tan  solo  un par de elementos de atrezo nos dejan mirarla con la perspectiva del lector frente a la ficción.  Una ligera nimiedad en este mundo de espectáculos bizarros, que tanto nos gustan, y nos veríamos inmersos en una  espiral de locura, guiados por la desesperación y la impotencia para sobrellevar nuestras cargas personales.  Dentro de este mundo, que ha servido de detonante,    un asesino,  con muchos matices, se mueve empujado por  la  megalomanía de creerse un hombre con una misión.  Amable a veces, pero  que debe hacer un trabajo al que no renuncia, como un misionero  mesiánico, debe luchar por salvarnos de nosotros mismos   y hacerse entender por sus víctimas antes de final.  No sé si irracional y perverso  o compasivo, como el veterinario que mata al animal herido para que no sufra.  En todo caso  para él,   la vida no tiene más valor que el  cada uno  declara darle. Nada   ni nadie lo va a desviar de su camino.  Es un mundo duro,  en el que  hay que hacer renuncias  difíciles, incluso a la humanidad,  él siempre esta a la espera para darnos lo que pedimos en ese momento de debilidad o lo que cree adivinar en una mirada derrotada y perdida.
 
Con estos elementos  se construye una novela claustrofóbica   en la que nada es lo que parece, en la que hasta los más  débiles juegan  su  papel en un mundo hostil y violento, en el que sentimos el frío,  y la mirada  perturbada de alguien que ahí fuera nos acecha esperando la mínima debilidad para poner en marcha el engranaje de su misión. Solo espera un paso en falso,  una duda, que sea el detonante para dejarle la puerta abierta.

Y  solo una locura similar será capaz de  aliarse con nosotros para  ayudarnos a sobrevivir, la misma disforia   que  conduce al asesino, conduce a sus víctimas en su enfrentamiento  Al final, no  hay supervivientes, porque es contagiosa, porque  no se controla,  y si lo hacemos estamos muertos, pero una vez nos ha tocado permanece a nuestro lado toda la vida.  

La novela está narrada con múltiples voces, para construir el tapiz, de la historia. Diferentes perspectivas nos enfrentan a  una  situaciones límites,  que envuelven a todos los personajes, nadie es inocente, nadie es culpable,  y nos dará seguro  a cada lector una novela distinta

Es mejor que descubrirlo por nosotros mismos.

David Jasso nunca falla  en sus historias. 

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